viernes, 22 de noviembre de 2013

Anunciar a través del humor



 Siempre se ha observado la diferencia de género en muchos de los anuncios. Así, por ejemplo, los productos de limpieza están protagonizados por mujeres y el que propone la solución casualmente es un hombre (caso de Cillit bang o el famoso Don Limpio)... y otros anuncios se han dedicado a un público masculino, que ensalce sus posiblidades o sus capacidades económicas, como el caso de los anuncios de los coches o de perfumes y desodorantes. Así:




Sin embargo, hay otros anuncios que son capaces de reírse de estos anuncios difeencian el género y, a través de la misma técnica, hacer humor para vender un producto. En este caso, una cerveza:


Ejemplo de la publicidad

Para que se pueda observar cómo se ensalzan los productos, en este caso, hacer atractivos la imagen que se desea vender, os ponemos un ejemplo de cómo se monta una imagen gracias a las nuevas tecnologías

El término publicidad


En el cine, la radio, la televisión, la prensa, en la calle... recibimos continuamente mensajes publicitarios. Muchos nos incitan al consumo; otros, en cambio, no invitan a adoptar determinadas actitudes, como cuidar el medio ambiente o conducir con prudencia.
La publicidad es una forma de comunicación persuasiva que pretende informar y, sobre todo, convencer a los destinatarios para que actúen de una forma determinada.
El lenguaje de la publicidad
El lenguaje de la imagen y los textos en la publicidad tiene unas características propias:
  • La imagen, el color, la forma de las letras... llaman la atención rápidamente.
  • El texto del anuncio, el eslogan, está formado por frases breves, sencillas, fácilmente memorizables. Su misión es anunciar un producto o un mensaje e influir en el receptor.
  • El texto escrito es persuasivo: se utilizan los pronombres de segunda persona, construcciones imperativas, frases hechas, rimas, repeticiones, y otros recursos estilísticos.
Los anuncios publicitarios, al igual que el signo lingüístico, están formados por dos planos: el plano del contenido (la realidad del mensaje que nos transmite) y el plano de la expresión (los recursos lingüísticos y no lingüísticos utilizados para llamar la atención del receptor).

Según la finalidad perseguida, los anuncios pueden clasificarse en:
  • Propagandísticos. Pretenden convencer y aconsejar al receptor para que actúe de una forma determinada. Su finalidad puede ser social, cívica, cultural, deportiva...
  • Publicitarios. Pretenden que el receptor consuma o compre un producto determinado. Su finalidad es básicamente comercial.